Fruta prohibida


Lujuria, otra vez

Deseos sexuales, infernales o celestiales
Qué Dios podrá condenarme a vivir deseando
La fruta prohibida?

Qué Dios entonces me ha condenado a la lujuria?
A la pasión prohibida?
A la negligencia de vida?

Dios que estas en los cielos
Compréndeme, ilumíname
O eliminame

Moro

Regge

Mil canciones se han llevado mi ilusión
mil cantores le han cantado a mi amor
y ellos sin saber

Hoy sigo yo pensando en el amor
Y este ni siquiera se acuerda de mi

Y a quien debo amar, se ha quedado congelada
en el tiempo de un reloj de cucú

Mi voz no tiene fuerzas ya
Para decir el nombre que nunca mis labios pronunciaron
Pues simplemente
No la conocí.

Mi ilusión se ha gastado hoy
en el salón de billar

La ilusión quedo inerte después
de apostar tu amor.

Moro

Montaña de Cristal

Mil vuelos he hecho yo
al Shaman de la montaña de cristal,
donde he elevado mi alma hasta los dioses;
y he pedido de vuelta mi ilusión,
donde la llevaron
por que la mataron
si ella no era culpable
de la vida comprender.


ritmos tropicales mueven hoy
al compás de la cintura
de la morena de la televisión
mi cuerpo sin alma ni pasión


mares de besos
que nunca daré
cuerpos lujuriosos que siempre temí
me reclaman hoy la falta de acción


Moro


He buscado en el cofre de los recuerdos
pinceladas de ilusión pasada,
lucía el fondo negro como la conciencia
de quien perdió el verdadero amor;
crecía la agonía
junto al vacío que se expandía
como gas en las entrañas del condenado
en el claustro de la mañana final.

Mares, islas, ansiedades por que no salen de mi mente
islas, amor, beldades muñecas de cerámica rompan ya la historia
no piensas mas en mi, tus lágrimas a distancia duelen mas cómo no recordarte,
peor aun cómo olvidarte

Como no sentir tus lágrimas caer en mi,
si saben igual a las gotas de lluvia que bañan Bogotá.
Han pasado ya dos embarazos de la hija del hombre
desde entonces viene mi locura
cada parto encierra ya vida del hijo de la hija del hombre

Sabes te cuento un secreto más
hoy mientras escribo quiero llorar
y no puedo pues vuelan
alrededor culpas que me obligan
a cerrar los ojos ante mis penas de amor.

Moro

Noche

Una noche de más de mil, solo una pude sentir tu cuerpo dormido en mi lecho

Una tan sola, cuando disfrutaría de cada una hasta el final de mis años como el hijo de Dios

Recuerdo las luces, los cielos pintados de verde apareciendo en el horizonte mientras que mi corcel de rojo se vestía
Recuerdo la cercanía al puerto
Más no recuerdo tu satisfacción

Luciérnagas gigantes aparecían ya y la mañana llego tan pronto como tu partida,

Como el viento, el cielo se volvió azul al paso de tu partida cuando aún de negro se vestía
Como el caballero que siempre soñé haber sido en mi vida pasada donde te disfrute como princesa en mi palacio.

Aún te amo
Y la distancia
Solo abre la razón
...

Moro

Princesa del Milenio

Sonidos mágicos de culturas perdidas,
resuenan hoy con notas de un nuevo mundo
donde se escribió la historia de la noche última
de la vida del hijo del hombre.
vuelos como el águila he soñado hoy,
mas mis pies del suelo no se separan ya
cantos Normandos, baladas Celtas esas que sueño,
jamás vienen a mí

Solo llega el ave rapaz
Que la primavera se llevo
Y me ha dejado solo
un nido lleno de dolor.

Mil castillos, grises como mi paz,
la leve ventisca derrumbo;
la piedra molió y perforo
las entrañas donde resguardaba tu amor

Lágrimas no caen ya
mis ojos secos están
te contemplo solo en mis sueños
pues al verte dormida no puedo recordar tu rostro
sin ser capaz de la nostalgia del ayer invocar

Amada mía
Donde estas ahora
Si en mi cama a quien encuentro es aquella
que odia mi ser y lo que de él pueda surgir

Amada mía vuelve ya de tus mares de rencor
amada mía mis años de pelo cano
contigo quiero disfrutar sin recordar
cada día de nuestra juventud

Amada deja que el mar de mi amor pueda lavar
las heridas que mis palabras cortaron en ti.

Princesa del milenio
Dejame amarte sin dañar tu vientre
Dejame amarte sin partir mi vida
Dejame amarte sin partir mi Dios

Piedra mía
dime donde estas esta noche
y poder armonizar mi entraña
con tu vuelo de cóndor que al paraíso me llevo.

Moro

Travesuras de niña


Sí un día puedo escribir algo de ti
lo escribiría a tu sonrisa,
tierna, linda y juguetona,
candida e inocente, con tu sabor princesa

Un día pensé que verte sonreir,
sería suficiente, pero eres mas que eso
tu sonrisa era mi consuelo,
y que con eso bastaba para vivir

Hoy, sin embargo extraño aquel beso,
tus mil locuras, y me duermo esperando
que sean diez mil; ah tus labios
rosados, sin carmesí, rozando los míos

Ojalá un día de tus tavesuras,
una sea para mí
por que jamás te dejaré de amar
y de sentir amor por tí.

Moro

Madness Plus

Por mi cuerpo corren ríos de aguas turbulentas, donde la pasión no encuentra cabida, donde la lujuria no reposa un instante, donde la melancolía del nunca jamás permanece constante como la agonía de la muerte temprana del Mesías prometido.

Las afiladas notas del piano que me roba la tranquilidad, sonando melodías llenas de tristeza y pasión. Acumulándose momento a momento como éxtasis tardío en lo profundo del alma, creyendo que el cosmos como algo lejano, como parte separada del nirvana.

Los coros angelicales son nada mas una efímera tonada que se escucha a lo lejos en el éter estéril de la inmundicia, de la esencia de mi ser, condenado, a la muerte profunda, donde solo la oscuridad reina.

La tristeza en los ojos de los niños con rostros color del barro, la eterna tristeza, la penetrante desolación que se encuentra en la tragedia, invade mi cuerpo, mi corazón late despacio y fuerte soñando en los sueños que jamás serán.

Del firmamento brotan gotas de llanto, lagrimas universales de frustración y vergüenza, de melancolía absurda, de fe incompleta, por fin fe de infante, ciega, pero incapaz, tonta y sombría, fría consoladora del viento que desplaza las grises nubes del destierro.

Paso a paso llegan los druidas de su lejano exilio en el místico mundo del gran consolador, donde las aves reinan desde sus nidos llenos de pequeñas crías que se alimentan con el dolor del ser humano, cundido por la avaricia, la vergüenza y sobre todo la sin razón.

Llegan los hermanos mayores al rescate de lo que jamás fue perdido. La ultima rebelión en la casa de Melquisedec fue temprana, pero fue como todas.

Moro

Virgen otra vez


Aún y cuando no la escuches,
y mis dedos sean imperceptibles
en los contornos de tu ser
mi pasión reposa en el atardecer

Ese atardecer en las campanas de un nuevo día
que te traiga como el ángel de mi melodía
descendiendo por las escaleras de mi vida
y tenerte en mi cama al menos una mañana

Única y constante, perfecta y dispuesta
virgen otra vez, al placer de mi caricia
que revive en ti, a la adorada diosa
esa que fue mía una vez, en el nunca jamás


Moro

Mujer de Oro


Mis dedos recorren despacio el contorno de tus labios
dibujando y casi tatuando trazos de éxtasis temprano
suspendidos en un presente melodioso y eterno
acompasados por tu respiración taciturna, sin resabios

La fusión de mis caricias con tu silencio y el calor
hacen imperceptible el entorno, solos tú y yo
escuchando la melodía del silencio perfecto
mientras en tu rostro se dibuja una sonrisa de sabor

De sabor a inocencia perdida coloreada con el sudor
de nuestros cuerpos bailando la danza de la luna
como lobos en el bosque mágico de azahar en flor
mientras mi lengua como pincel conoce tu espalda

He tratado de no ser más, pero tú, siempre única
dispuesta para mí bañando con ardor mi delirio
que inunda de pasión vertiginosa lo más profundo
de tu siempre virgen sonrisa, mi amada musa

Recordé hoy tu cuerpo en privado, en aquella vez
que en la cama te vi desnuda, y contemple tu tez
dorada, de mujer de oro, de mi nueva princesa
la siempre amada, solo para que en este mundo
seas mía, hoy.

Moro

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