Mi padre celestial,
tú que vives en el cielo dentro de mi corazón
santifica mi nombre en el tuyo
y permíteme alcanzar tu reino,
que a mí has entregado.
Hágase tu voluntad en mí,
como siempre lo has hecho
y permíteme reconocerme en ti
para vivir como tu quieres, aquí en la tierra
y poder siempre encontrar tu voluntad
en el cielo que me has permitido pisar hoy.
Dame hoy, como siempre me has dado
el mejor pan, y compártelo tú mi señor
con todos en la tierra, y si quieres hazme
herramienta de tu amor.
Perdona mi ignorancia, pues siempre he has perdonado
y pocas veces lo he reconocido
gracias por ser perdonado, en Jesús el Cristo
tu hijo y mi hermano amado.
Pon en mi corazón un sentimiento de amor
para perdonarme, para perdonar
a quienes ofendo y a aquellos
que me han ofendido
como tú me perdonas
Gracias por la tentación
por saber que no existe más en mi
pues es tu presencia sagrada
en todo acto a mi alrededor.
Gracias por estar en todos y en todo
y por sustituir al mal por el bien
la oscuridad por la luz
y haber sido siempre lo
único que existe.
Librame del mal de mi corazón
y de todo mal.
Amen.